Los últimos datos referentes al sector de la logística y el transporte de mercancías nos muestran que el sector se está convirtiendo en una de las claves para consolidar la recuperación económica, empujado en gran parte por el boom del e-commerce y las transacciones internacionales a través de internet. De hecho, el sector de la paquetería, el más directamente relacionado con la actividad comercial que promueve internet, lleva creciendo varios años a un ritmo superior al 20%.
Pese a las buenas perspectivas del sector, éste presenta como rasgo diferencial una profunda brecha entre hombres y mujeres en el plano laboral. Según datos procedentes de la Comisión Europea, si en el conjunto de la economía europea el 54% de los trabajadores son hombres y el 46% mujeres, en el sector de la logística y el transporte, que da empleo a unos 11 millones de trabajadores en Europa, la presencia femenina es solo del 22%, frente al 78% representado por los hombres.
Si nos atenemos a los datos de Eurostat, el 45% y el 40% de las trabajadoras en logística y transporte se emplean en actividades de correo postal y de transporte aéreo, respectivamente. Por debajo de ese porcentaje, en torno al 30% lo hace en actividades que tienen que ver con el almacenaje y el apoyo a otras actividades. Es decir, gestión y administración. Por debajo del 20%, se sitúan las mujeres empleadas en el transporte marítimo y en el transporte terrestre.
Diversos estudios científicos han demostrado que la diversidad de género en la mano de obra no sólo fomenta la colaboración, el entendimiento y la tolerancia, sino que impulsa la competitividad, la productividad y la responsabilidad social de las empresas.
El futuro del sector logístico y del transporte, señalan los expertos de la Comisión Europea, pasa por alcanzar tasas de empleo más igualitarias entre hombres y mujeres. Se trata de un objetivo deseable para cualquier empresa, con independencia del sector en que se inscriba su actividad, pero si cabe más imperioso para el sector logístico, donde esa brecha entre la presencia de hombres y mujeres es abismal y, hoy por hoy, injustificada.
La transformación que está viviendo el sector de la logística, mediante la adopción de la tecnología, juega a favor de un cambio hacia un futuro con mayor representación femenina. En un reciente artículo de el Economista, ¿Por qué deberían trabajar las mujeres en logística?, Anna Mateu, directora de calidad de iContainers, afirma que el sector está cada vez más orientado a la experiencia del cliente y demanda otro tipo de perfiles profesionales relacionados con el servicio al cliente, las gestión operativa y administrativa o la comunicación. Incluso el propio movimiento de mercancías dentro de los almacenes podría ser un puesto perfectamente aceesible a las profesionales femeninas, gracias a la introducción de la automatización y la robótica.
Y probablemente por este giro, las mujeres perciben la logística como un sector cada vez más atractivo y con más oportunidades.
La introducción de las nuevas tecnologías dentro del sector, ya sea en la gestión de los procesos o en el propio movimiento de las mercancías dentro de los espacios de almacenamiento, donde se ha dado pasa a la automatización y la robótica, debería reducir las barreras de entrada de las mujeres a esta actividad económica. Máxime cuando el sector de la logística y el transporte está llamado a ser uno de los principales polos generadores de empleo en los próximos años, habida cuenta del extraordinario desarrollo que están adquiriendo en el mundo las ventas online.
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