La comisión federal marítima (FMC) ha abierto una investigación formal sobre las prácticas de cobro de extracostes como ocupaciones y demoras en los puertos de Estados Unidos. Como parte de la investigación, operadores de terminal y navieras serán llamados para aportar información y datos relevantes para la investigación.
La investigación comenzó el mes pasado y surge como respuesta a la petición firmada en enero por una coalición de expedidores, asociaciones y organizaciones de transportistas. La coalición afirma que algunas de estas tarifas son injustas porque, bajo ciertas circunstancias, la capacidad de retirar la carga y devolver el equipamiento está fuera del control de los cargadores. La petición de la coalición intenta que la FMC limite la posibilidad de las navieras de imponer lo que ellos consideran prácticas poco razonables e injustas.
La primera fase de la investigación se centrará en obtener información relativa a las prácticas de navieras y puertos para la aplicación de tarifas de extracostes como ocupaciones y demoras. Se prestará una atención especial a los casos en que los expedidores no fueron capaces de retirar su carga por razones ajenas a su control.
Esto incluiría los retrasos debidos a inspecciones de aduanas, que en muchos casos pueden durar días. En estos casos es habitual que el contenedor tenga que ser transportado hasta un almacén aprobado por la autoridad aduanera, lo que añade más tiempo de retraso. Estos exámenes están fuera del control de los expedidores porque el contenedor está fuera del puerto, pero aún así son estos los que tienen que asumir estos costes.
“El mal tiempo y las huelgas son otros ejemplos de situaciones en las que el cliente no puede hacer nada para mover su carga. Las navieras ofrecen una extensión de los días libres. Pero para cuando pasa el temporal, las complicaciones logísticas se han llevado la mayor parte de los días libres y terminas teniendo 1 o 2 días para la retirada efectiva de la carga, en lugar de los 4 o 5 habituales.”
Los expedidores llevan largo tiempo quejándose del abuso en estos cobros por ocupaciones y demoras y sostienen que las navieras estarían usando estás “tarifas desorbitadas” para aumentar sus beneficios. El pico del problema se vivió a finales de 2014 y principios de 2015 durante un periodo de congestión intensa en los puertos de la Costa Oeste y tras las secuelas de la bancarrota de Hanjin en agosto de 2016.
La FMC ha hecho un llamamiento a expedidores, compañías de transporte y otras partes implicadas para que colaboren aportando materiales y pruebas de las prácticas y tarifas que denunciadas.
“Esta investigación es absolutamente necesaria dada la situación prevalente en la que se encuentran los expedidores. Los niveles de facturación y tarifas de este tipo de extracostes se han disparado en los últimos años, de forma inversamente proporcional a lo que sucedía con las tarifas de flete marítimo.
Esto ha resultado en numerosas situaciones en las que este tipo de recargos son impuestos por circunstancias sobre las que los expedidores no tienen ningún tipo de control o influencia. Pero el coste es repercutido y alguien tiene que pagarlo. Y normalmente, es el expedidor en quien terminan repercutiendo estos costes.
Si bien estas prácticas son comunes y han estado sucediendo durante años, la investigación podría haber llegado en el momento preciso, dada la enorme cantidad de datos de los que dispone la FMC para tomar una decisión informada.
“Hemos estado observando este patrón por un tiempo prolongado. Se podría argumentar que las investigaciones deberían haber comenzado hace años. Pero ahora es el momento perfecto para investigar, dada la manera en que estos recargos han crecido en los últimos años. Además, sólo ahora se dispone de los datos suficientes para confirmar tales prácticas y para determinar si son necesarias nuevas regulaciones y de qué tipo.”
La investigación desarrollará un registro de tipos de situaciones en las que se producen estos extracostes, de los recargos pagados como consecuencia, y de los pasos dados por NVOCCs y BCOs para evitar dichos recargos.
Estos son los cinco principales aspectos que tendrá en cuenta la investigación.
Como figura intermediaria, los transitarios no están libres de sufrir los problemas de estas prácticas, a menudo asumiendo daños colaterales tales como clientes enfadados para los que no tienen una respuesta o el propio pago de los extracostes.
“A veces los transitarios se quedan atrapados con estos recargos, que además suceden constantemente. Cada vez que se produce un retraso en un buque o que las fechas de salida son cambiadas, o cuando el conductor está esperando para recoger el equipamiento y la fecha de liberación cambia, o si no hay equipo disponible cuando llega al depósito de contenedores a pesar de haberlo comprobado antes de iniciar el viaje… En este último caso, por ejemplo, el conductor termina haciendo un viaje en vano por el que alguien tiene que pagar. Estas cosas ocurren todo el tiempo.”
iContainers presentará algunos ejemplos propios a las Aduanas de Florida y a la asociación de transitarios, que ha estado recogiendo materiales para presentarlos en su encuentro con la comisionada Dye.
“Tuvimos un caso en el que la naviera necesitó más de dos semanas para procesar internamente un telex release, lo que causó que el envío incurriera en ocupaciones que nuestro cliente tuvo que pagar por adelantado para poder retirar su carga.
Existe una falta total de transparencia aquí. Algunas navieras ni siquiera pueden confirmar cuál es la cantidad que te cobrarán hasta que procesan la factura. Esto significa que como shipper o expedidor, te quedas atrapado sabiendo que tienes extracostes por retrasos pendientes por pagar, pero desconociendo la cantidad exacta hasta que recibes la factura, lo que puede tardar hasta seis meses dependiendo de la naviera.”
El informe preliminar con los hallazgos y recomendaciones de la FMC será publicado a principios de septiembre y tres meses más tarde se recogerán los resultados en el informe final.
“La resolución de esta investigación podría tener un impacto potencial sobre todos los operadores de transporte marítimo con fletes pasando por los Estados Unidos. Es absolutamente vital que la información que recojamos sea representativa de las prácticas operacionales y de negocio, así como de las condiciones del mercado a escala nacional.”
Se espera que la investigación pueda aportar mayor transparencia a las formas en que los extracostes son aplicados y las circunstancias bajo las que son facturados.
“Espero que todo esto resulte en reglas más claras y transparentes que determinen cuándo y cómo se aplican estas tarifas, que deberían poder ser explicadas de forma sencilla y directa. Lo que queremos todos nosotros es saber que estamos en sintonía y que los recargos que se deban pagar son fijados de acuerdo a unos niveles apropiados y justos. De esta manera nadie se encontrará teniendo que asumir cargos que realmente no debería pagar.”
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