El proceso de importar un producto desde un país lejano siempre es complicado. Pero hacerlo desde un país que habla otra lengua y tiene unas normas y regulaciones totalmente diferentes puede resultar un auténtico reto.
China es el mayor exportador mundial, con un total de exportaciones que sobrepasaba los $2 billones en 2016. Para ponerlo en perspectiva, esto supone un 45,8% más que el segundo mayor exportador mundial, los Estados Unidos. Hay pocas dudas al respecto: las oportunidades comerciales con China son numerosas y todavía existe un enorme potencial del que te puedes beneficiar importando el producto adecuado de China.
Tanto si eres un importador experimentado como si es la primera vez que planeas importar desde China, hay detalles a los que siempre deberás prestar atención y que podrían marcar el éxito o el fracaso de tu importación. Esta es una lista de los principales errores que se cometen al importar de China.
No es posible hacer negocios si no existe una buena comunicación. Esta regla es aplicable a cualquier hombre de negocios de cualquier país intentando cerrar un trato.
En el caso de China, como país gigantesco que es, con un crisol de culturas, lenguas y aduanas, la comunicación es uno de los principales handicaps que impide avanzar las negociaciones.
Existen al menos 8 grupos lingüísticos diferentes, por no mencionar los cientos de dialectos. La lengua oficial es el mandarín, y aunque no es necesario que hables en mandarín fluido para que tus negociaciones en China den sus frutos, es un punto que sin duda podría ayudar. Si estás buscando establecer una relación de negocios a largo plazo —y en el caso de China, realmente deberías— ir más allá de las 4 frases introductorias básicas podría serte extremadamente útil.
Ten en cuenta también que la manera oriental de hacer negocios es muy diferente de la de occidente. Lo que a ti te parece correcto, puede resultar maleducado en China. Nadie quiere que un trato se vaya al traste simplemente por un malentendido que podría haber sido fácilmente evitado.
Para tener una visión más precisa de cuál es la forma correcta de negociar en China, puedes leer nuestro ebook cómo negociar con éxito tus importaciones de China.
Conocer las regulaciones que afectan al producto que estás importando es uno de los aspectos clave de cualquier importación o exportación.
En el caso de una importación de China, es aconsejable tomar precauciones extra. Es habitual que los proveedores chinos produzcan productos que no cumplen con los estándares internacionales. De hecho, se estima que en ciertas industrias, tan sólo el 5% de los proveedores chinos cumple realmente las guías establecidas por la Unión Europea.
Hace falta investigar no sólo las normativas de importación del país del que importas, sino también las normativas que afectan a los productos concretos. De esta manera podrás exigirle a tu proveedor que te proporcione los certificados específicos que puedan ser requeridos. En el caso de que se niegue (o no pueda) facilitártelo, tendrás que buscar otro proveedor y, si has investigado bien, esta vez sabrás exactamente qué buscar en él y qué pedirle ya desde el principio.
Hacerlo de esta manera te ayudará a prevenir sorpresas desagradables cuando tu mercancía llegue a aduanas y a evitar retrasos y extracostes que desajusten tu cadena logística y tu presupuesto de transporte marítimo. Un buen lugar para empezar a investigar son las cámaras de comercio y las oficinas de aduanas en tu país.
Los incoterms son un conjunto de normas internacionales que regulan las obligaciones y derechos del importador y el exportador en una compraventa internacional. Existen precisamente para evitar la confusión sobre costes, riesgos, gestión y responsabilidades del la cadena de transporte internacional, pero cuando importas de China, escoger un incoterm u otro puede marcar una gran diferencia en la seguridad y la rentabilidad de tu importación.
3 de los incoterms más comunes para importar de China son FOB, CIF y EXW. Cada uno de ellos tiene sus ventajas y desventajas y la decisión de escoger uno u otro depende de varios factores, pero principalmente está relacionada con la experiencia que tengas como importador y de la relación que tengas con tu proveedor.
El incoterm CIF tiende a parecer la opción más favorable cuando no se tiene mucha experiencia importando de China. Los costes son bajos porque el importador no se hace cargo del transporte marítimo y exige pocas responsabilidades. Pero la parte negativa es un control muy limitado de todo lo que rodea al transporte marítimo, de manera que importando en condiciones CIF de China, podrías encontrarte teniendo que aceptar todo lo que tu proveedor decida, lo que podría conducir a unos gastos finales significativamente más altos.
En general siempre recomendamos escoger el incoterm FOB para importar de China. Implica hacerse cargo de los costes de transporte marítimo pero te pone en control de del proceso de importación y sus costes.
Como importador, eres responsable del producto que importas, lo que significa que deberás responder por él en caso de que algo vaya mal durante el despacho de aduanas o en caso de que el producto cause algún daño a un consumidor.
Una vez que el producto ha sido enviado, si queda retenido en aduanas o si descubres que no es como esperabas y que no puedes comercializarlo, habrás perdido una enorme cantidad de dinero que no podrás volver a recuperar.
Antes de firmar un contrato con un nuevo proveedor, asegúrate de que lo has investigado a conciencia. Esto significa conocer sus instalaciones, su proceso de producción, sus materiales, las calidades, o incluso hablar con otros importadores que han importado ese tipo de productos o directamente de ese proveedor.
Lo mejor es que visites en persona la fábrica y si no puedes hacerlo, existen agencias con las que puedes externalizar esta parte fundamental del proceso. Si tú mismo no eres un experto en el producto que estás importando, considera incluir a un especialista que comprenda el proceso de producción del producto en la visita.
El tiempo es un factor clave en una importación de China. Cualquiera de los errores que hemos mencionado podría resultar en retrasos y disrupciones de tu cadena logística.
Desde retrasos en aduanas para revisar la información o inspecciones físicas de la mercancía, hasta ocupaciones y demoras en la terminal de destino por no retirar la carga a tiempo, son muchas las cosas que podrían pasar. En la mayoría de casos, lo único que puedes hacer para minimizar su impacto es planificar contando con ello y haber dejado el suficiente margen temporal por si algo llegase a pasar.
En iContainers recomendamos que comiences a organizar la importación al menos 3 meses antes de la fecha en la que deseas recibir la mercancía. Dependiendo del puerto de China del que salga la carga y del puerto de destino, los tiempos de tránsito podrían variar considerablemente. Ten en cuenta también el tiempo necesario para el transporte terrestre.
Idealmente deberías reservar el transporte marítimo como mínimo 3 semanas antes de que salga el buque. Esto es suficiente para que el agente en origen pueda recibir del proveedor todos los documentos requeridos a tiempo, se coordine la recogida y el envío y quede un margen temporal extra que podría salvar la situación en caso de que algo fuera mal.
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