Las incertidumbres derivadas de la guerra comercial entre China y Estados Unidos están causando frustración, incomodidad y preocupaciones entre importadores y distintos actores de la industria del transporte marítimo.
Teniendo en cuenta la posibilidad de que se apliquen nuevos aranceles, parece un buen momento para que aquellos que importan de China comiencen a valorar sus opciones y consideren los pasos necesarios que deberían tomar para minimizar las potenciales consecuencias de las subidas.
iContainers entrevistó a Lenny Feldman, miembro sénior del bufete Sandler, Travis & Rosenberg, especializado en casos de comercio internacional, aduanas, importación y exportación, para conocer su opinión sobre cómo va a afectar la guerra comercial a los importadores y las estrategias que tienen a su alcance para mitigar o evitar el impacto de las subidas.
La ley de los Estados Unidos establece que el importador es la figura responsable de asegurar que el producto es correctamente clasificado y valorado, y de que los impuestos se pagan de acuerdo a las normativas aduaneras, una vez que la carga entra en el país.
Cuando el producto sale del país, son los transitarios los que deben responsabilizarse de aportar el valor, clasificación, licencias e información requerida de las mercancías. Pero será obligatorio para los agentes de aduanas trabajar conjuntamente con el importador para asegurarse de que los impuestos y aranceles son pagados según lo establecido y que las declaraciones de la mercancía se hacen correctamente, indicando el verdadero país de origen para asegurar que se cumplan las normas de comercio internacional.
Creo que este será el principal cambio al que tendrán que acostumbrarse.
Los agentes transitarios tendrán que hacer declaraciones de los productos exportados así como del valor de estos y los países de origen, etc., de modo que deberían ser conscientes de que la exactitud de sus datos será cada vez más crítica para los países importadores.
Pero en lo que se refiere a los impuestos y aranceles compensatorios, es obligatorio tanto para el importador como para el agente de aduanas asegurarse de que estos son declarados y pagados correctamente.
No creo que los transitarios tengan que tomar medidas adicionales porque son los importadores y agentes de aduanas los que tendrán que asumir la responsabilidad de que los nuevos aranceles sean declarados siguiendo las nuevas regulaciones.
Lo que los transitarios necesitan hacer es comprender que van a producirse cambios sí o sí en los flujos de comercio internacional y prepararse para ellos.
Los transitarios que han estado gestionando cargas para determinadas compañías o clientes en determinadas rutas comerciales tienen que tener en cuenta que el volumen en dichas rutas podría cambiar, porque quizás los procesos de manufacturación van a desplazarse a otros países.
Tomemos el ejemplo de máquinas que quizás estaban siendo producidas en su totalidad en China. Ahora quizás sólo algunos de los componentes serán producidos en China y enviados a Sudamérica para posteriormente entrar en Estados Unidos desde allí. O quizás el producto entero, en lugar de ser un producto chino, será producido —si no completa, parcialmente— en Vietnam, Camboya o Malasia.
Así que desde el punto de vista de los transitarios, tienen que ser conscientes de los potenciales cambios en las rutas comerciales para ciertos productos o tipos de productos, que podrían entrar al país desde otros países o en una nueva etapa del proceso de manufacturación.
La verdad es que no esperaba que hubiese un cambio inmediato en la demanda de productos procedentes de China.
Creo que los importadores todavía están intentando encontrar maneras de evitar los aranceles. La decisión de cambiar de proveedores es compleja y aceptar la realidad de que, o bien cambian el tipo de producto que están importando, o bien cambian el país del que lo importan, lleva su tiempo.
También existe la posibilidad de que, a pesar de las subidas de un 10% o un 25%, China siga siendo una opción más rentable que moverse a otros países.
Esto dependerá realmente de cómo reaccionen los clientes y consumidores.
Los importadores tendrán que tener en cuenta la respuesta del mercado a los nuevos aranceles antes de decidir si deberían mover sus operaciones a otros países o cambiar por completo sus operaciones y tendrán que evaluar cómo de realistas son estas opciones en el corto y el largo plazo. Creo que en el corto plazo será más complicado, pero en unos meses, podría haber más potencial para implementar estos cambios.
Ahora mismo, hay mucha tensión entre Estados Unidos y China. Tenemos oficinas en toda China y por lo que estamos oyendo en las administraciones chinas y americanas, parece que la guerra comercial va a acompañarnos por bastante tiempo.
Les recomendaría leer mi artículo The Art of the Trade Deal - Top Strategies to Avoid or Reduce Section 232 and 301 Duty Increases.
Hay muchas opciones que las empresas pueden considerar para minimizar el efecto de los nuevos aranceles en sus importaciones, todas ellas en cumplimiento con las leyes y regulaciones aduaneras.
Muchos de los productos con mayores cargas impositivas como el calzado o la ropa han estado usando estas estrategias desde hace años porque siempre se han enfrentado a impuestos del 10% o el 25%. En estos momentos, otras industrias podría beneficiarse del ahorro en impuestos que suponen estas estrategias.
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