En los últimos dos años, desde que el gobierno chino fusionó China Shipping con China Ocean Shipping para formar la actual Cosco Shipping, la naviera Cosco ha pasado por una serie de inversiones y expansiones que evidencian un fuerte compromiso con un ambicioso plan.
No es ningún secreto que Cosco intenta adelantar a Maersk para posicionarse como la mayor naviera del mundo. Y parece que todo va sobre la marcha.
Una encuesta realizada por Splash 24⁄7 a finales del año pasado mostraba que 7 de cada 10 participantes creía que Cosco alcanzaría la posición dominante a lo largo de la próxima década.
Cosco, oficialmente conocida como China Cosco Shipping Corp, es producto de una fusión llevada a cabo en 2016 entre las dos navieras estatales chinas, Cosco y China Shipping.
La fusión tuvo lugar en medio de una crisis económica prolongada, en la que las operaciones de consolidación y adquisición de navieras se convirtieron en una medida necesaria para mantenerse a flote.
El movimiento fue inevitable pero, desde entonces, Cosco ha demostrado tener una gran ambición.
La influencia de China en el comercio internacional es masiva y sus intenciones de cimentar su posición de potencia económica mundial no son ningún secreto. De forma natural, las ambiciones de Cosco, la naviera estatal china, discurren por el mismo camino.
Su objetivo es convertirse en el número uno mundial. Y si esto sucede, será a costa de Maersk.
La naviera está aumentando el nivel de competición contra la que hoy es número uno mundial y sus planes parecen tener cierta urgencia, o al menos eso es lo que refleja el ritmo de inversión de los últimos años.
La adquisición de OOCL —por entonces la octava mayor naviera— permitió a Cosco sobrepasar oficialmente a CMA CGM como tercera mayor naviera. Desde ese momento, serían los miembros de la alianza 2M, Maersk y MSC, los que estarían en su punto de mira.
Fuente: Crucial Perspective
Esta adquisición deja a Cosco con un firme control sobre la Ocean Alliance. Con la flota de OOCL ahora bajo su nombre, Cosco es propietaria de:
Los puertos y operadores chinos solían ser peces relativamente pequeños en un mundo dominado por gigantes como A.P. Moller-Maersk y Hutchison Ports. Pero en 2016, Beijing estableció su propio mamut nacional fusionando China Ocean Shipping y China Shipping y formando Cosco, un vasto grupo que incluye su naviera homónima, el operador portuario y otros negocios relacionados con el mundo de los envíos.
-Foreign Policy report, febrero de 2018
A principios de este año, Cosco finalizó la adquisición de la terminal en el segundo mayor puerto de Bélgica, Zeebrugge.
Esta es sólo una pieza en el gran puzle de los planes de Beijing para enlazar China y Europa físicamente: por mar, carreteras, ferrocarriles y oleoductos.
Un aspecto que subraya la determinación china es el hecho de que las empresas chinas tengan participaciones mayoritarias en 13 puertos europeos. De hecho, se estima que un 10% de la capacidad total europea estaría en manos de firmas chinas.
La naviera china ha puesto en jaque a su rival danesa, especialmente con las nuevas compras en camino.
La orden pendiente de Cosco de 374.534 TEUs es casi cuatro veces mayor que los 96.000 TEUs que espera recibir Maersk.
Una vez que ambas compras hayan sido finalizadas, la flota de Maersk se situará en los 2,37 millones de TEUs, tan sólo un 11% más que los 2.13 millones de TEUs de Cosco (una diferencia de tan sólo 240.000 TEUs).
Según Crucial Perspective, esto a su vez, pondrá a Cosco a una distancia de 0,2 millones de TEUs del segundo puesto, ahora ocupado por MSC (o lo que es lo mismo, de un 6% a un 7% de su capacidad).
Cosco tiene multitud de opciones y oportunidades de inversión, especialmente con el gobierno chino apoyando cada uno de sus pasos. Pero la pregunta que muchos se hacen es si la naviera podrá mantener este camino a largo plazo.
Invertir no implica obtener beneficios. Y eso precisamente es lo que hemos visto en la última década. La industria del transporte marítimo ha sido testigo de cómo las grandes navieras aumentaban sin parar su capacidad, para luego vérselas y desearlas para llenar los espacios de los megabuques.
Este también es un reto para Cosco. Su expansión incluye inversiones en terminales y líneas ferroviarias y la adquisición de nuevas fuentes de ingresos, pero los obstáculos se ciernen a su paso.
“Otras navieras —y no hablo solo de Maersk y MSC— también tienen su mirada puesta en Cosco. También podría haber bloqueos políticos; algunos gobiernos podrían comenzar a poner trabas a las relaciones comerciales con china por miedo a su supremacía.
La actual guerra comercial también podría afectar a esta preponderancia. Es la mayor naviera en una ruta que actualmente vive momentos de inseguridad.”
-Klaus lysdal, vicepresidente de operaciones en iContainers
Maersk ha sido la naviera número uno por mucho tiempo y aunque las adquisiciones han jugado una parte clave de su estrategia, también son otros factores los que la han llevado a estar ahí.
No hace falta decir que ni Maersk ni MSC no van a abandonar sus puestos sin luchar.
Maersk ha anunciado sus planes para convertirse en un integrador. Esa es la intención que se encuentra tras sus últimas fusiones para crear Sealand —una compañía bajo el paraguas de Maersk— y la fusión con Damco para integrar los servicios de un transitario y posicionarse como una solución logística de principio a fin.
Estas apuestas muestran sus esfuerzos para aumentar su portfolio general de servicios. Y además, siempre tendrán la opción de realizar más adquisiciones para fortalecer su status o construir más terminales.
Todo indica que la naviera china se acerca lenta pero segura a su objetivo. Está claro que Cosco ha hecho grandes avances. Y la industria puede esperar más aún.
Los datos de Alphaliner muestran que Cosco superó a Maersk en TEUs por primera vez en su historia en el tercer trimestre de 2017. De acuerdo con los datos publicados, la naviera china gestionó en ese periodo 5,49 millones de TEUs sobrepasando los 5,26 millones de Maersk.
No obstante, existen informes que vinculan estos datos al ciberataque del virus Petya que paralizó temporalmente las operaciones de Maersk.
“Cosco tiene la ambición de ser la mayor naviera del mundo, pero no creo que paren ahí. Seguirán esforzándose para aumentar su preponderancia en el conjunto del mercado.”
-Klaus lysdal
Además, Cosco tiene la ventaja de tener a sus espaldas el mayor mercado del mundo, lo que implica un enorme potencial de crecimiento.
Una posibilidad sería seguir los pasos de la integración en el negocio transitario de Maersk. Aún teniendo en cuenta que es habitual que las navieras tengan una pata logística y que la simbiosis naviera-transitario no sea ninguna novedad, dependiendo del nivel de integración, podría ser un factor determinante.
Una limitación especialmente realista y amenazante para la industria del transporte marítimo es la de los ciberataques.
El ataque ransomware al sistema operativo de Cosco hace unos meses y el ataque del virus Petya sufrido por Maersk el pasado año son dos grandes ejemplos de la debilidad de sus sistemas ante potenciales incidentes.
Si Cosco quiere ser la mayor naviera del mundo, necesitará realizar una inversión considerable en sus sistemas de seguridad.
Por su ambición y tamaño, continuará siendo un objetivo suculento para el cibercrimen por lo que, de no incluir este reto entre sus prioridades, existen muchas posibilidades de que sucumba a nuevos ataques.
Lo mismo sucede con Maersk, quien deberá fortalecer sus sistemas para no pasar por la experiencia del Petya otra vez.
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