La ferretería y el bricolaje mueven en el mercado nacional la friolera de 3.500 millones de euros anuales. El sector tradicional tuvo que reconvertirse tras la progresiva implantación de las grandes cadenas, y atravesar después un reciente periodo de crisis por la bajada del consumo. Una vez superada la recesión económica, este sector, liderado por establecimientos en grandes superficies, ha comenzado a encadenar varios años de crecimiento que auguran unos excelentes resultados para aquellos que opten por importar a España este tipo de productos desde China o Taiwán.
De hecho, el comercio exterior ha adquirido un papel fundamental para este sector, especialmente, desde que China comenzara a ganar importancia como país productor, máxime tras su ingreso en la OMC. Importar desde China productos de ferretería se ha convertido en una práctica muy rentable, gracias los bajos costes de producción del país asiático.
La recuperación del consumo interno supone un factor muy alentador, y abre nuevas oportunidades de negocio para el sector de la ferretería a nivel nacional. De acuerdo con las encuestas realizadas por AEOC (Asociación de Fabricantes y Distribuidores) la tendencia de los compradores españoles arroja un saldo extremadamente positivo. Ya en el 2014, más del 50% tenía intención de renovar su hogar.
Por otro lado, si tienes interés en la importación de productos de ferretería y bricolaje desde China, las ferias de Cantón se han convertido en un referente obligado para hacer negocios dentro del sector.
Finalmente, en lo que se refiere a las exportaciones, conviene destacar que el 90% se concentra en Norteamérica y Europa, donde, además, los países del este representan una excelente oportunidad de crecimiento.
Los tiempos de tránsito en el transporte marítimo varían notablemente en función del origen de las importaciones. Tratándose de China u otro país asiático, la duración del desplazamiento puede implicar entre 25 y 50 días. El tránsito por el Pacífico implica entre 25 y 35 días. Tratándose el Atlántico, dicho plazo se reduce a una franja de entre 12 y 20 días. En el caso del Mediterráneo, el desplazamiento puede tener lugar entre 1 y 5 días.
En cualquiera de los casos, es necesario añadir un margen para el despacho de aduanas y demás contratiempos que puedan surgir durante el viaje; motivo por el cual, es recomendable hacer una planificación con 3 meses de anticipación.
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